HISTORIA Y ORÍGEN DEL CAFÉ
HISTORIA Y ORÍGEN DEL CAFÉ
Con mucha probabilidad, los primeros a gustar el café fueron las tribus de las mesetas etíopes, dónde también hoy la planta crece espontánea al estado salvaje; las dulces drupas rojas, parecidas a cerezas, se recogían en las selvas y se consumaban enteras, también las hojas se utilizaban para preparar pócimas o para ser mascadas para saborear el particular gusto.
Probablemente es entre los siglos XII y XIII que el café, pasando por el Mar Rojo alcanzó el mundo árabe, lugar en que se habrían difundido los primeros plantíos a empleo comercial. Son los árabes a descubrir la tostación del producto y a preparar por primeros, con el polvo conseguido por los granos tostados, el negro elixir.
También los turcos, fueron sucesivamente grandes consumidores de la bebida y contribuyeron a la difusión de la misma en todas las áreas bajo su influencia.
Solo con los venecianos alrededor del siglo XVII, los granos llegaron en el continente occidental, hasta también difundirse en los puertos de Londres, Amsterdam, Hamburgo, Marsella para ser degustados por la nobleza de la época.
En los siglos siguientes las tiendas del café conocieron un gran desarrollo en toda Europa, volviéndose centros de encuentro para artistas e intelectuales. Con el 700, en el siglo de las lumbres estas tiendas, se volvieron reales centros culturales dónde se intercambiaban ideas y opiniones degustando cómodamente esta bebida que despertaba y estimulaba las actividades mentales.
En el curso de los siglo XVIII y XIX, con la revolución industrial la manera de preparar el café a la turca, hirviéndolo y bebiéndolo sin filtrar los fondos, fue modificado, en efecto en el 800 se iniciaron a construir las primeras máquinas de vapor y en el 900 fue introducido el sistema del «café filtro» y las primeras cafeteras en moka y fueron planeadas las modernas máquinas por cafés expresos italianos.